11/19/2008

Karlheinz Stockhausen

Cuarteto para helicóptero y cuerda

- 1 cuarteto de cuerda;
- 4 helicópteros con 4 pilotos y 4 técnicos de sonido;
- 4 cámaras con 4 transmisores en los helicópteros y personal en tierra;
- Varias cámaras móviles entre el auditorio y los helicópteros;
- 4 atriles fijos en los helicópteros;
- 4 x 3 micrófonos con 4 x 3 transmisores – receptores; por cada músico: 1 micrófono de contacto a colocarse en el puente del instrumento, 1 micrófono de voz frente a la boca, 1 micrófono grande fuera del helicóptero para captar los sonidos de las hélices;
- 8 audífonos - auriculares / cascos— conectados a corta distancia para 4 músicos y 4 técnicos de sonido;
- 1 cinta magnetofónica para el registro del compás;
- 4 técnicos de sonido (también con audífonos) con 4 consolas en los helicópteros;
- 4 torres para recibir la señal de televisión en la sala de conciertos;
- 4 grupos de altavoces en la sala de conciertos.

Un fragmento

http://www.youtube.com/watch?v=13D1YY_BvWU

11/04/2008

CANSANCIO


Cansado.

¡Sí!

Cansado

de usar un solo bazo,
dos labios,
veinte dedos,
no sé cuántas palabras,
no sé cuantos recuerdos,
grisáceos,
fragmentarios.

Cansado,
muy cansado
de este frío esqueleto,
tan púdico,
tan casto,
que cuando se desnude
no sabrá si es el mismo
que usé mientras vivía.
Cansado.

¡Sí!

Cansado
por carecer de antenas,
de un ojo en cada omóplato
y de una cola autentica,
alegre
desatada,
y no este rabo hipócrita,
degenerado,
enano.

Cansado,
sobre todo,
de estar siempre conmigo,
de hallarme cada día,
cuando termina el sueño,
allí, donde me encuentre,
con las mismas narices
y con las mismas piernas;

como si no deseara
esperar la rompiente con un cutis de playa,
ofrecer, al rocío, dos senos de magnolia,
acariciar la tierra con un vientre de oruga,
y vivir, unos meses, adentro de una piedra.

Oliverio Girondo

10/30/2008

SOLO



Solo,
con mi esqueleto,
mi sombra,
mis arterias,
como un sapo en su cueva,
asomado al verano,
entre miles de insectos
que saltan,
retroceden,
se atropellan,
fallecen;
en una delirante actividad sin rumbo,
inútil,
arbitraria,
febril,
idéntica a la fiebre
que sufren las ciudades.
Solo,
con la ventana
abierta a las estrellas,
entre árboles y muebles que ignoran mi existencia,
sin deseos de irme,
ni ganas de quedarme
a vivir otras noches,
aquí,
o en otra parte,
con el mismo esqueleto,
y las mismas arterias,
como un sapo en su cueva
circundado de insectos.



Oliverio Girondo

10/16/2008

Yo + Storni.

Paisaje de madrugada

Paisaje urbano, gris, sucio, triste, bien tanguero se podría decir. Luces sonámbulas parpadean a a lo lejos. Un árbol se agita indignado. Un gato corre por el tejado. Las nubes, pacientes, avanzan lentamente por azul profundo. La luna, ay, la luna... siempre allí, plateada, esperando a que algún poeta solitario le dedique un soneto. Y vos... durmiendo, así sin más.

Cuadrados y ángulos

Casas enfiladas, casas enfiladas,
casas enfiladas.
Cuadrados, cuadrados, cuadrados.
Casas enfiladas.
Las gentes ya tienen el alma cuadrada,
ideas en fila
y ángulo en la espalda.
Yo misma he vertido ayer una lágrima,
Dios mío, cuadrada.

10/11/2008

Flor y cronopio

Un cronopio encuentra una flor solitaria en medio de los campos. Primero la va a arrancar,
pero piensa que es una crueldad inútil
y se pone de rodillas a su lado y juega alegremente con la flor, a saber: le acaricia los pétalos, la sopla para que baile, zumba como una abeja, huele su perfume, y finalmente se acuesta debajo de la flor y se duerme envuelto en una gran paz.
La flor piensa: "Es como una flor".